Parejas

Divorciado con hijos

Respecto a los hijos en común, los problemas entre tu expareja y tú continuan aunque ya no estéis juntos.

Si te encuentras en esta situación es debido en gran medida a que no tenéis una comunicación efectiva y que encontráis dificultad para establecer unos límites saludables.

La dinámica entre ex parejas con hijos puede ser complicada, porque aunque ya no estéis juntos como pareja, aún debéis colaborar y tomar decisiones conjuntas en relación con el bienestar de los niños.

Aquí te presento algunas situaciones que pueden estar contribuyendo a que vuestros problemas continúen:

Conflictos emocionales no resueltos. A menudo las emociones de la ruptura (resentimiento, frustración, tristeza..) no se han gestionado correctamente , lo que lleva a que los problemas persistan en la interacción diaria, incluso si el enfoque está en los hijos.

Dificultad para co-parentar de manera efectiva. Esto implica trabajo en equipo, pero si no tenéis cooperación y entendimiento entre vosotros, surgen las tensiones.
Podéis tener discursos sobre la educación de los hijos, disciplina o las decisiones importantes en la vida de los mismos.

Falta de respeto y manejo de los límites: Si alguno de los dos seguís cruzando límites emocionales, financieros o de crianza, puede dificultar que la relación sea fluida y funcional, afectando a vuestros hijos en el proceso.

Interferencia de nuevas parejas. Si estáis en una nueva relación, las tensiones pueden aumentar debido a celos, inseguridades o diferencias en las expectativas sobre la crianza de vuestros hijos.

Uno de los hijos como rehenes emocionales. En ocasiones, alguno de los dos podéis intentar manipular o usar a los hijos para obtener ventajas o venganza, lo que puede crear conflictos y gran malestar tanto para los padres como para los hijos.

Resumiendo lo anterior se puede decir que el problema principal suele ser la falta de una estructura de comunicación respetuosa y saludable, que os permita a ambos padres enfocarnos en lo que realmente importa: el bienestar de vuestros hijos.

Si no conseguís solventar vuestros problemas, muy probablemente sea porque alguno de los dos mantenga alguna creencia errónea como pueden ser las siguientes:

Culpar únicamente al otro, olvidando que la relación también depende de las propias acciones, reacciones y disposiciones para cambiar.

Pensar que el amor y la relación no funcionaron por culpa de un único factor, sin comprender que las rupturas son el resultado de múltiples factores acumulados como la falta de comunicación, diferencia en valores, o problemas no resueltos.

Idealizar la relación pasada, enfocándoos únicamente en la parte positiva a la vez que obviando todo lo demás.

Pensar que solo los hijos deben ser la prioridad. Aunque es cierto que los hijos son una prioridad, algunas personas creen que si ambos padres se enfocan solo en ellos, todos los problemas desaparecerán.

Negar que los problemas emocionales de la ruptura afectan a las interacciones cotidianas. Las emociones no resueltas de la separación siguen influyendo en vuestro comportamiento.

Creer que el tiempo lo solucionará todo sin realizar cambios activos. El paso del tiempo no cambia nada por sí mismo.

En consecuencia de todo lo mencionado anteriormente, las soluciones no pasan por evitar el conflicto o ignorarlo, poner toda la responsabilidad en la otra persona, volver a intentar una relación romántica o emocional, desentenderse de los acuerdos por completo, esperar que el tiempo lo cure todo sin intervención activa, o buscar solo soluciones legales sin abordar los problemas emocionales.

Te expongo algunos consejos que os pueden aportar mejoras y beneficios:

Comunicación asertiva. Expresa de manera clara, respetuosa y honesta lo que sientes, sin agresividad ni sumisión. Ej: Usar frases en primera persona, “yo me siento..” en lugar de “tú me haces sentir..”

Actúa con empatía. Trata de comprender y sentir lo que tu ex-pareja experimenta, en lugar de juzgarlo o interpretarlo desde tu punto de vista.

Establece límites claros en el ámbito emocional, financiero y de crianza. Hazlo de manera respetuosa, asegurándote de que ambos estáis de acuerdo.

Resolución de conflictos. Intenta aplicar un enfoque basado en la solución y no en el problema. Ej: ¿Qué podemos hacer para mejorar esta situación? ¿Cómo podemos llegar a un acuerdo que beneficie a los niños?

Autocuidado y gestión emocional. Incorpora actividades que te relajen y aporten bienestar, como ejercicio, meditación, contacto con la naturaleza o tiempo con amigos.

Co-parentalidad cooperativa. Crear un plan claro de co-parentalidad os va a ayudar a trabajar juntos en beneficio de vuestros hijos, estableciendo expectativas y responsabilidades claras.

Es muy habitual interpretar que el divorcio o separación representa el fin del conflicto de la pareja, y no es una conclusión muy desacertada siempre que se tenga en cuenta que la interacción con la ex pareja ha de continuar para todo lo referente a los hijos.

Por esto, la separación no es el fin del conflicto sino el comienzo de una nueva forma de interrelacionarse en la que el centro serán los hijos en común. Debido a esto, vuestra obligación y compromiso ha de ser el de tener una relación lo más sana posible en pro de vuestros hijos y su bienestar.

Habrá innumerables circunstancias en las que habrá que ponerse de acuerdo para tomar decisiones referidas a la organización, educación, coordinación de cuidados, economía.
Si la comunicación no es fluida, respetuosa, adecuada en definitiva, los aspectos mencionados se verán resentidos.

No creas que el bienestar de vuestros hijos depende en gran medida de la evitación de conflictos, los niños también necesitan ver a sus padres gestionando adecuadamente sus emociones y relaciones.

Ten en cuenta que la adaptación a tu nueva realidad, puede implicar ajustes personales y familiares que necesitan tiempo, aceptación y comprensión.

Si te encuentras en alguna de estas situaciones y estás sufriendo porque no consigues manejarlas adecuadamente te animo a que no dejes pasar más tiempo y te pongas en contacto conmigo.